Encontrando el balance

por Karina Chez

¿Qué significa para ti el balance?

Para mi, el balance es vivir en armonía interna. Puedes tener días caóticos, pero si logras la calma mental internamente, donde puedes llegar a observar tus pensamientos, estar consciente de tu energía y tener claro tu propósito en este mundo, estarás alineada. Todo lo que hagas fluirá en sincronización y se sentirá en tu presencia, en tus proyectos, y en las personas que te rodean. Llegarás a sentir una paz que se manifiesta en balance.

¿Cómo lo implementas en tu día a día?

Yo implemento el balance de distintas maneras; con la meditación, el ejercicio, la lectura y activamente practicando estar agradecida. Son hábitos que se fortalecen con la consistencia. ¡Soy culpable de interrumpir muchos de ellos cuando más los necesito! Lo único que sí mantengo consistente es el vivir en un espacio de “gratefulness”, un agradecimiento por el amor y salud de mi familia, por haber nacido con derechos y privilegios que son tan escasos en el mundo, y por contar con un esposo e hijos que me tienen la casa repleta de alegría, abrazos y aventuras. Ese es un recordatorio diario de retomar los demás métodos, para poder mantener el balance.

¿Cómo manejas las exigencias entre los distintos roles que desempeñas (personales y profesionales)?

Los manejo definiendo mis prioridades y delegando. Me tomó mucho tiempo definir mi plan de vida; de propósito, qué impacto quiero tener, qué quiero para mí, para mi familia, y para mi comunidad. Es algo que sigo trabajando, y siento que si tenemos eso pendiente siempre (pegado en tu espejo, en la pared del closet, en tu oficina, etc.), será mucho más fácil definir nuestras prioridades— a qué le decimos que sí y a qué le decimos que no. Qué no merece nuestra energía y tiempo y que/quienes sí ameritan esfuerzo y atención. Me ha sido crucial tener gente a mi alrededor en la que puedo contar y confiar por su calidad humana, profesional, y de propósito compartido.

¿Qué consejos le darías a otras mujeres que se enfrentan ante las mismas exigencias?

Les diría que hay edades y situaciones donde somos frágiles, inseguras y estamos confundidas. Esos son los momentos de mirar a nuestro interior y definir por nosotras mismas lo que es importante.

“Pienso que desperdiciamos mucho tiempo enfocadas en lo que dicen y piensan los demás, quienes muchas veces están igual de frustrados o confundidos que nosotros, y permitimos que eso nos quiebre nuestro espíritu.”

Encuentra personas (que conozcas o no) que admires, que sean consistentes en lo que dicen y hacen, que quisieras tener en tu vida, y has que ese sea tu referente. Lo demás es ruido. También les diría que aprendan a decir que no con seguridad y sin sentimientos de culpa. Sé que es dificilísimo, pero hay un poder de validación en ti misma que vas a agradecer por siempre. Sean felizmente proactivas, no reactivas, en la toma de decisiones; muchas veces sabemos lo que hay que hacer, pero nos frenamos por lo que dirán los demás. Muchas veces las exigencias vienen cargadas de negatividad. Aprendamos a distinguir una queja constructiva de una distracción que drena. Más bien, analicemos la raíz de las mismas y tomemos acción para evitar repeticiones. No teman a los fracasos, en ellos hay una inmensidad de lecciones que serán claves para un crecimiento invaluable. Esas lecciones servirán su propósito cuando haya más en juego y estén preparadas.

Cuéntanos una instancia donde te has sentido abrumada por las expectativas impuestas por nuestra cultura, ¿qué aprendiste de esa experiencia?

Yo nunca fui de llevarme de esas imposiciones. Mi respuesta a estereotipos absurdos, estándares injustos y expectativas sin justificaciones es simplemente de reconocerlos por lo que son. Algunos pueden llamarlo una actitud rebelde o terca, ya que lo usual era la sumisión, pero desde pequeña tuve una inclinación fuerte hacia la justicia y lo correcto, y un rechazo aún más fuerte hacia lo injusto. Entonces, todo lo que me parecía fuera de lugar, lo asumía como un reto. Por ejemplo, el tema de ser mujer nunca me distrajo ni me dió pausa pero sí reconozco que hay una clara desventaja, no por ser mujer, (al contrario, eso es una fortaleza) si no porque poder desarrollarnos en un ambiente equitativo no es realista. En el mundo existe el tráfico de niñas, tenemos un average de compensación mucho más bajo por el mismo trabajo realizado, el país tiene uno de los índices más altos en feminicidios y en pleno 2020, estamos batallando una ley de matrimonio infantil. Estos son indicios claros de que estamos lejos de la equidad y hay mucho trabajo por hacer. Ahí entra la tecnología y el rol de las mujeres que tienen la voz y las herramientas para tener incidencia en el futuro de las demás.

En lo personal, diría que una situación que me llevó a enfrentar un reto como ese fue cuando tomé la decisión de mudarme a los Emiratos Árabes. Ahí viví tres años cuando iniciaron la apertura comercial al resto del mundo (todavía no era destino atractivo de turismo). Aún en esa cultura y en un ambiente de tecnología donde era evidente que el lugar de la mujer era nulo o secundario, empecé a desarrollar mi carrera como si no existiera esa barrera. Desde ese entonces, he asumido posiciones de liderazgo tradicionalmente inusuales para las mujeres; como en el sector energético, donde representé una asociación inicialmente era 99.9% hombres. Como presidenta asumí la tarea de incorporar un balance de género en ese sector, haciendo que brille el talento de mujeres extraordinarias y que tomen relevancia en plataformas importantes que estuvieran a mi alcance. Estas mujeres en la tecnología hacen un aporte increíble dentro de estas industrias y es una pérdida colectiva hasta en términos de rentabilidad, que no sea reconocido.

Mirando hacia atrás, yo diría que hay tres cosas que han agregado valor y crecimiento a mi vida. Primero, mantener la humildad; siempre hay algo que aprender de todo el mundo. Segundo, no tener expectativas del otro al hacer algo, de lo contrario siempre saldrás decepcionada. Cada persona está atravesando diferentes cosas en su vida,ojalá estén trabajando en su mejor versión. La Karina con la que hubieras hablado hace 5, 3, o hasta 1 año, no es la misma de hoy. Mi esencia puede ser la misma pero mi perspectiva y reacciones son muy diferentes. Si juzgamos a alguien para siempre, nos tomamos el riesgo de perder la mejor versión de esa persona y tal vez un buen amigo/a. Y por último, tómate el tiempo y esmero en conocer otras culturas, opiniones drásticamente diferentes a la tuya. Ver el mundo desde otras perspectivas que salgan de tu burbuja; en libros, documentales, amistades virtuales, o si tienes la oportunidad, viajando, enriquecerá tu vida, te hará más empática, más creativa e inteligente como profesional y ser humano.

“Sé para alguien lo que necesitaste cuando eras más joven. Con los años, recordarás las voces importantes, las demás desvanecen, así que no les des ese poder.”

Y durante todo esto, ¡ten presente divertirte!


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