Explorando las causas de la brecha de género en los campos STEM: intenciones para la República Dominicana.

En la foto, la señorita Scarlin Hernández, ingeniera aeroespacial dominicana involucrada en el proyecto del telescopio James Webb.

por Eugenia Caba

“El Día Internacional de la Mujer nos brinda una oportunidad única de reflexión sobre cómo esta situación afecta el avance profesional y la participación de las mujeres en la sociedad.”

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En primer lugar, los campos STEM (acrónimo en inglés) se refieren a áreas académicas y profesionales relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. En español, se traduce como CTIM. Es una manera de agrupar disciplinas que comparten enfoques metodológicos, habilidades y objetivos en el ámbito de la educación y la investigación.

Por otra parte, el término brecha (abertura o herida) de género comprende las disparidades sistémicas y desigualdades que existe en los aspectos de, por ejemplo: (i) acceso a oportunidades educativas y laborales, (ii) salarios, (iii) participación política, (iv) representación en roles de liderazgo y tanto más.

En la ciencia, de manera específica, esta brecha se manifiesta como desigualdad en términos de participación, representación, oportunidades y reconocimiento. También es importante que mencionemos la brecha salarial entre géneros en trabajos STEM y la falta de visibilidad de los modelos a seguir en estas áreas.

Así las cosas, existe hoy un trabajo permanente por la reducción de la brecha de género que busca  primordialmente promover la diversidad, la equidad y el acceso igualitario a oportunidades en estos campos. La UNESCO dice (2022) que en el mundo, las mujeres representan sólo el 35% de quienes cursan estudios de enseñanza superior en STEM.

El Día Internacional de la Mujer nos brinda una oportunidad única de reflexión sobre cómo esta situación afecta el avance profesional y la participación de las mujeres en la sociedad.

Vemos que dentro de los desafíos socioculturales que enfrentan las mujeres, se encuentran:

  • Los estereotipos de género: que son creencias generalizadas y preconcebidas sobre los roles, características y comportamientos que se consideran socialmente aceptados para hombres y mujeres en una determinada cultura. Esto suele verse como simplificaciones o generalizaciones restrictivas que atribuyen cualidades y habilidades a menudo de manera arbitraria. Por ejemplo, un estereotipo de género muy alimentado en la parte occidental del mundo es la idea de que las mujeres son mas aptas para roles de cuidado mientras que los hombres son concebidos como mas racionales y adecuados para roles de liderazgo y dominio técnico. Estos estereotipos de género pueden influir en las expectativas sociales, las oportunidades de educación, de empleo o de emprendimiento.
  • La falta de referentes y la falta de visibilidad de estas referentes femeninas: cuando las mujeres y niñas no ven a otras mujeres en roles destacados STEM, pueden tener dificultad para visualizarse a sí mismas teniendo éxito en estas áreas. La ausencia de interacción con modelos a seguir femeninos puede limitar considerablemente las de las niñas y mujeres jóvenes.
  • Discriminación laboral: Esto se vive en la falta de acceso a roles de liderazgo y oportunidades de desarrollo laboral propulsado por prejuicios de género que influye en las decisiones de promoción y asignación de proyectos, y contratación como proveedora independiente de productos y servicios, limitando asi las oportunidades de crecimiento para las mujeres y jóvenes en STEM.
  • Brecha salarial:  A nivel mundial, las mujeres tienden a ganar menos en campos STEM. Esto también se vive en la República Dominicana, donde el tema ha sido de preocupación, debate y estudio. Por ejemplo, el Banco Mundial en su Diagnóstico de Igualdad de Género en República Dominicana (2023) indicó que las mujeres ganan menos que los hombres a lo largo de toda la distribución salarial. En promedio, los hombres dominicanos perciben un salario un 27% mayor al de las mujeres. Otros informes señalan que la República Dominicana tiene una de las mayores brechas de género en la región. En 2020, el país ocupó el puesto 112 de 189 países en todo el mundo en el Índice de Desigualdad de Género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Si lo anterior concreta una realidad factual de desigualdad en el acceso a oportunidades educativas y de desarrollo profesional.

Entonces, 

Como país ¿Cuál es la responsabilidad que sí podemos asumir? Dentro de todos nuestros podemos, resaltamos que es importante clarear por qué no contamos con mayor participación femenina  en estas áreas. Nos referimos a verdaderamente educar sobre las pautas socioculturales e idiosincráticas que llevan a nuestras mujeres y niñas a apartarse, de manera voluntaria o condicionada —  de los caminos STEM.

Mientras eso sucede, podemos también buscar formular y garantizar un sistema de educación inclusivo y accesible. Esto significa que se van a implementar políticas públicas que fomenten la igualdad de acceso a la educación STEM para niñas  y mujeres, incluyendo programas de becas, campañas de concientización y comunicación constante en promoción del interés nacional de participación de las niñas, jóvenes y mujeres en STEM.

Igual, cabe importancia en la formación y capacitación de nuestros docentes con el objetivo de promover prácticas educativas inclusivas que busquen derrotar estereotipos de género sobre el aprendizaje y el quehacer profesional femenino. También, la visibilización del trabajo y de los logros de las mujeres dominicanas en estas áreas del saber, para inspirar meninas y mujeres a hacer vida en estas áreas sabiendo que pueden hacerlo con éxito (concepto que cada niña y mujer define para sí misma con plena libertad).

Además, se pueden establecer programas de mentoría y redes de apoyo a nivel nacional que conecten a mujeres STEM con profesionales establecidas en la industria que puedan proporcionar orientación, consejos y oportunidades a la valiente que recien empieza. Si continuamos, incluso podríamos proponer establecer mayores incentivos y reconocimientos para las empresas e instituciones que promuevan la diversidad de género en programas de educación y de profesión STEM. Y más aún, sería imprescindible realizar investigaciones  y análisis periódicos sobre participación de mujeres en estos campos, para asi ser conocedores de nuestra data y poder evaluar cualquier impacto de las políticas y programas con voluntad de implementación.

Los hallazgos del estudio del Banco Mundial subrayan la importancia de seguir trabajando en políticas y legislaciones que promuevan el crecimiento de las mujeres, legislaciones que aborden de manera efectiva la brecha de género en la República Dominicana. La participación activa en movimientos y la creación de políticas informadas pueden ser clave para garantizar un futuro más equitativo para las mujeres en el país.

En fin ¿Qué abrimos cuando buscamos cerrar la brecha de género?  Dicho en corto: conciencia, equidad, igualdad de oportunidades, (independientemente del género), crecimiento económico y una República Dominicana más justa.


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